Comienza la cuenta atrás para la boda de esta pareja de guapos, Sheila y Rodrigo, que confiaron en mi hace más de un año. Como suele ser habitual, el novio siempre va con miedo, o a veces con un poco de vergüenza para hacerse la sesión preboda. Cada vez estoy más convencido de la importancia de esta sesión para que los novios se sientan cómodos el día de la boda.
No solo por el resultado de la sesión, que podreis ver a continuación, sino porque además nos da tiempo a hablar de muchas cosas, a coger confianza entre nosotros, y al final a sentir una sensación de cercanía que muchas veces acaba en amistad, como creo que es este caso.
Pero bueno, es mejor dejar las palabras y ver unas cuantas imágenes de aquella tarde que pasamos juntos entre castillos, callejuelas antiguas y flores de lavanda...