La última boda de esta temporada 2017 fue especial por muchos motivos. Para empezar, los novios, Belen y Carlos, dos personas que no conocíamos de nada hace unos meses, que contactaron con nosotros, nos conocimos, hablamos, nos entendimos… Meses después viajamos a Madrid a hacer el reportaje preboda y allí nos abrieron las puertas de su casa. Recuerdo que a Carlos le daba la risa floja con las primeras fotos (creo que le daba muchísima vergüenza).
Aquel día forjamos una relación de confianza y amistad que se que va a durar mucho tiempo. Así que fuimos a su boda como si fuese la de unos amigos. Y además en mi querida tierra palentina. Me encantó conocer la casa cueva de la familia de Carlos en Dueñas, con unas vistas extraordinarias sobre el valle del Pisuerga, y un patio muy acogedor donde realizamos las primeras fotos del día. Luego nos fuimos a casa de Belen, que estaba tan tranquila acompañada de su familia. Me encanta ver a la gente feliz y sin nervios, a pesar de ser un día tan especial. Belen estaba radiante…
El lugar elegido para el enlace era la Iglesia de Santa María de la Asunción, en Dueñas. Un imponente templo gótico en el que no faltaba detalle en cuanto a decoración. La ceremonia fue muy emotiva, con la voz de Saray, que hizo saltar alguna lágrima a Belen y a los invitados.
Después hicimos una breve sesión de fotos al atardecer en los rincones de Dueñas que eligieron Belen y Carlos, y nos dirijimos a Concejo Hospedería, en Valoria la Buena (Valladolid), un lugar precioso donde cuidan cada detalle al máximo. Novios e invitados disfrutaron del cocktail en el jardín, en una noche bastante cálida a estas alturas del año.
Todo transcurrió en un ambiente muy festivo, y tras el banquete, los amigos y la familia les tenían preparados a los novios unos vídeos que proyectaron entre risas y mucho cachondeo. Y después proyectamos un resumen fotográfico que emocionó muchísimo a Belen y a Carlos… ¡y a nosotros también!
Poco después comenzó a sonar la música, y los novios comenzaron un baile clásico que pronto se volvió más animado. Fue muy divertido, con todos los invitados muy animados, donde conseguimos fotos preciosas. Y después hubo una gran fiesta que nosotros no quisimos perdernos…